Oración para el cónyuge

Después de pasar por el período de confusión en el que me angustiaba la posibilidad de morir si me contagiaba de COVID-19,

estaba tan harta de todo que ya me decía a mí misma que, si me iba a contagiar, que me contagiara ya. Toda la nación era una locura.

El COVID-19 iba en aumento, pero seguíamos reuniéndonos a escondidas.

Algunas personas se hicieron novios, pero la mayoría no llegó a una relación oficial.

A veces incluso se convertían en pareja, pero a las pocas semanas decidían separarse de mutuo acuerdo.

Estaba harta de ese hombre que llevaba la barbilla tapada con el barbijo y me pedía que me pusiera la mascarilla correctamente en todo momento.

No entendía cómo un hombre podía "no entender la necesidad de mantener una conversación cotidiana entre los seres queridos" y se dedicaba a guardar silencio como un monje budista.

No lo entendía.

Pensaba que era amable y educado, pero me daba miedo porque cuando se ponía al volante hacía zigzags con el coche.

Y no es que fuera extranjero, pero me parecía una comedia que usara tanto inglés en sus mensajes, y se veían en sus gestos y palabras una sensibilidad extrema. Me dio la impresión de que me estaba ocultando su verdadera personalidad.

"Es que hay mucha gente a la que conozco por primera vez en esa zona. Tú también, ¿no?",

mi mejor amiga me contaba sus desastrosas historias de citas a ciegas y me decía que le parecía increíble aprender sobre un nuevo mundo real, no a través de un drama o una película, sino a través de mí.

Conocer gente era más agotador de lo que pensaba, tanto a nivel mental como físico.

Como si fuera una bendición de los cielos, la jefa de los emparejamientos se puso de baja por enfermedad durante unos meses y, sin más, también yo dejé de salir con gente y me dediqué a mi vida diaria.

"¿Qué clase de persona quiero conocer?"

Le confesé a mi amiga lo insegura que me sentía, que no sabía si estaba siendo demasiado exigente.

"En la iglesia, la gente escribe oraciones para encontrar un cónyuge. Yo también lo hice antes, recuerdo que puse desde la altura hasta el carácter. Deberías escribir también todas las condiciones que buscas. Te ayudará a aclararte las ideas, sobre todo si lo escribes a mano.

Si lo haces, puedes revisar las condiciones que has puesto y, a partir de ahí, valorar a las personas que conoces."

Siguiendo el consejo de mi amiga, abrí el bloc de notas de mi teléfono y empecé a escribir sin orden ni concierto.

Leí lo que había escrito sobre las condiciones que buscaba en un cónyuge, desde el físico hasta el carácter, y me eché a reír.

No creo que haya nadie así en el mundo.