El primer día del año parece que fue ayer, pero ya es junio. Últimamente siento que el tiempo pasa tan rápido. En medio de este torbellino de tiempo, a menudo nos encontramos con miedo e incertidumbre por el futuro. No sabemos si el trabajo en el que estamos inmersos dará frutos, ni qué respuesta obtendrá mi escritura.

A veces, vivir como el agua que fluye es una opción, pero también hay que saber dirigir el flujo del agua para vivir bien. Si estás atrapado en la incertidumbre y el miedo por la rapidez del tiempo, te será útil imaginar cómo quieres pasar el 31 de diciembre, con quiénes, qué emociones quieres compartir y qué logros quieres alcanzar.

Esa imaginación nos ofrece una visión positiva del futuro y nos ayuda a aliviar poco a poco la incertidumbre y el miedo que sentimos en el presente. Para superar el miedo al futuro, debemos reflexionar sobre lo que realmente queremos y qué podemos hacer ahora para lograrlo.

¿En qué tipo de persona quiero convertirme el 31 de diciembre? ¿Qué sentimientos quiero experimentar ese día?

A medida que avanzamos paso a paso hacia nuestra meta, vamos reduciendo el miedo y la incertidumbre por el futuro, y nos acercamos a la vida que deseamos.

▶ Lo importante al establecer objetivos no es esforzarse por realizar una acción de forma constante, sino dedicar tiempo a pensar en cómo podemos disfrutar de las tareas que tenemos que hacer. Esa reflexión se convertirá en la motivación que nos impulse a actuar de forma natural.

▶ Si tienes que hacer 99 cosas que no te gustan para hacer una que sí te gusta, ¿por qué no añadir un poco de cariño a esas 99 cosas que no te gustan, como si fuera un clavo de una décima de centímetro? A mí, que me gusta escribir diarios, cuando no puedo concentrarme en el trabajo, me pongo a escribir un rato en mi diario para ordenar mis pensamientos.

-Lee Kyung-won, tu registro es bastante impresionante.